jueves, 25 de junio de 2009

Iconografía de Diego Rivera

Rivera dejó una excelente iconografía en la que cubrió el período histórico que va desde el auge de la cultura precolombina (con énfasis en escenas de la vida cotidiana que sucedían en Tenochtitlán y Teotihuacán) hasta la modernidad, pasando por los oscuros años de la conquista, el Porfiriato y la Revolución.
El pintor consideraba los murales como un importante medio de concientización y de educación para el pueblo. La obra de Rivera recuperó lo popular, lo marginal y lo puso en primer plano.
Este fragmento del mural del patio del Palacio, representa una escena en la que se puede ver el esplendor del imperio azteca, se observa que aparece el emperador y un sacerdote en actitud de aparente preparación para un sacrificio. a lado de ellos se encuentran los ciudadanos comunes rodeados de elementos de la vida cotidiana (tales como alimentos,mascotas y utensilios). Al fondo, los soldados dispersos entre las Pirámides del Sol y de la Luna demuestran la grandeza del imperio.

En esta imagen, Rivera recrea el desembarco de Hernán Cortés en la Ciudad de Veracruz. En ella se pueden observar, la inclusión del elemento extranjero en la vida cotidiana y los primeros sometimientos a los que redujeron a los indígenas. En el centro de la pintura, pueden verse diferentes grupos de indios realizando tareas para las cuales no estaban acostumbrados tales como la excavación en busca de metales, el arado de la tierra o la construcción de viviendas en las que luego habitarían los conquistadores.

Es una iconografía bélica de la obra de Rivera, en la que el pintor muestra los conflictos posteriores que surgirán entre criollos y aborígenes. En la parte superior izquierda puede verse una mano que se asoma desde afuera elevando una cruz como símbolo de la evangelización cristiana. Al fondo, los indígenas, totalmente sumidos en la dominación de los nuevos dueños del territorio, cavan pozos en la tierra sin oponer resistencia.
Este mural representa uno de los períodos más negros de la historia moderna de México: el Porfiriato y los albores de la Revolución. Sobre un costado, Porfiro Díaz (con la banda presidencial tricolor y guantes blancos) empuña un sable haciendo manifestación de su poder. De frente, los campesinos armados y con Emiliano Zapata y Pancho Villa a la cabeza, contrarrestan la sarcástica demostración de poder del dictador, levantando el Plan de San Luis de Potosí de 1905 y el registro de algunas de las movilizaciones que propiciaron el terreno para la Revolución.
En el centro de la imagen, unos hombres sostienen un cartel rojo con letras blancas en el que se puede leer "Tierra, libertad y pan para todos" (eslogan abiertamente comunista) y sobre el fondo, una crítica al capitalismo, representada por las fábricas humeantes con nombres extranjeros.

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